Pappardelle caseros con champiñones portobello

Pappardelle caseros con champiñones portobello

Lo mío con la pasta es devoción, podría comer pasta todos los días, si no fuese perjudicial para mi dieta. Después de probar varias pastas frescas preparadas, me atreví a hacerla en casa, y oye, es más fácil de lo que parece, incluso sin la máquina especial para estirar la masa, sólo se necesitan unas manos eficientes y un rodillo de cocina. Es más fácil que hacer pan, porque no requiere tanto tiempo de reposo y de leudado de la masa.

INGREDIENTES (2p):

Para la pasta:

– 200 gr de harina de trigo normal.

– 2 huevos.

– 1 cucharada y 1/2 de aceite de oliva virgen extra.

– 1/3 de cucharadita pequeña de sal.

– Agua (si es necesario).

Para la salsa:

– 300 gr de champiñones portobello.

– Media cebolla.

– 400 ml de nata para cocinar.

– Aceite de oliva virgen extra.

– Sal.

ELABORACIÓN:

Para la pasta:

En una superficie amplia, echamos la harina, hacemos un hueco en el medio, como si fuese el cráter de un volcán, y en ese hueco echamos los huevos y la sal. Empezamos a amasar con mucho cuidado, rompiendo los huevos con las manos y mezclándolos con la harina, pero sin dejar que el huevo se escape y se desparrame. Poco a poco la harina irá absorbiendo el huevo según amasamos. Añadimos el aceite y seguimos amasando hasta obtener una bola homogénea que no se pegue apenas ni a las manos ni a la superficie. Si la masa está un poco seca, podemos añadir un poquito de agua, pero poco. Y si por el contrario está muy húmeda y se pega mucho a los dedos, echar un poco de harina. El tiempo total de amasado suele ser unos diez minutos. Después, tapamos la masa con papel film y la dejamos reposar al  menos una hora. No es necesario que repose en la nevera, a no ser que en la cocina haga mucho calor. El reposo es para que la masa asiente, no va a doblar su volumen ni va a fermentar.

Pasado ese tiempo, dividimos la masa en 4 trozos aproximádamente. Cogemos un trozo, lo aplastamos, lo ponemos sobre una superficie enharinada y comenzamos a estirarlo con ayuda de un rodillo. Según se va estirando, será necesario enharinar ligeramente  la masa para que no se pegue al rodillo o a la superficie. Lo estiramos lo máximo posible hasta obtener una lámina muy fina. Hay que tener en cuenta que cuando la hervimos, la pasta aumenta de volumen. En mi caso, como hice pappardelle, enrollé la lámina sobre sí misma e hice cortes de 2 cm de grosor con un cuchillo afilado. En las fotos se aprecia claramente. A continuación, estiramos los cortes y los ponemos en un plato, y dejamos que se aireen mientras repetimos toda la operación con el resto de trozos de la masa.

Por último, ponemos una olla con agua y sal a hervir, echamos los pappardelle con cuidado y los dejamos hervir de 2 a 5 minutos. Escurrimos y emplatamos con la salsa.

Para la salsa:

Picamos la cebolla muy fina y la pochamos durante unos 10 minutos en una sartén con aceite a fuego lento. Mientras lavamos los champiñones, los cortamos en láminas y los añadimos a la sartén con la cebolla. Subimos la intensidad del fuego para que los champiñones se doren durante otros 10 minutos, pero sin llegar a quemarse. A continuación, salamos y añadimos la nata. Dejamos que se reduzca hasta obtener una salsa con el espesor deseado.

Recomiendo preparar la salsa mientras está reposando la masa, y cuando se vaya a hervir la pasta, calentar de nuevo la salsa, de manera que cuando escurramos los pappardelle, esté ya lista.

Las cantidades que pongo son para 2 personas. Si queréis hacer más, sólo hay que mantener la proporción de 100 gr de harina por cada huevo.

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